Los viajes por carretera se han hecho muy populares, sobre todo entre las nuevas generaciones. Hace unos años ya no existían. Quizá tú mismo hayas vivido alguna vez un viaje por carretera de este tipo. Los primeros viajes por carretera se organizaron en Estados Unidos. Un país donde reinaba la libertad y no había ataduras. Cuando aún estábamos sujetos a un régimen que no nos permitía hacer lo que quisiéramos.

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Pero ahora podemos. Coge un coche fiable, un grupo de amigos o los miembros de tu familia y vete. Antes de emprender un viaje por carretera hay que comprobar algunas cosas. Uno de esos datos importantes que debes conocer antes de entrar en otro estado (si vas a viajar cruzando fronteras estatales) es la legislación de las carreteras en cuestión. Cada estado tiene leyes diferentes. No es que sean extremadamente diferentes de las nuestras, pero habrá algunas diferencias. Por lo tanto, debes estudiar bien las leyes para evitarte los inconvenientes de las multas.

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Una vez establecido esto, debes asegurarte de que hay suficientes gasolineras por todas partes a lo largo de tu viaje. Sólo tú sabes cuánto durará tu coche con el depósito lleno. Puede ocurrir que llegues a una zona en la que no haya ninguna gasolinera cerca y entonces estés jodido. No tienes a nadie a quien llamar, ni siquiera tendrás señal en ese momento, por lo que no podrás encontrar ningún servicio de grúa u otra ayuda similar. También es importante que averigües los números de teléfono de los servicios de emergencia locales en caso de accidente.

Es posible que puedas o no planificar tu ruta y destino exactos antes de salir. A algunas personas les gusta arriesgarse e ir donde les lleve el coche. Pero no siempre merece la pena, ya que puedes perderte lugares interesantes a tu alrededor o varias vistas que sin duda merecerían una parada.

Otra cosa bastante cosmética es que te organices un sitio para dormir. Lo mejor es ir en una caravana o furgoneta de algún tipo. Hay sitio de sobra para extender los sacos de dormir y dormir con el techo cerrado.